sábado, 11 de octubre de 2014

TREINTA COSAS QUE DEBES DEJAR DE HACERTE PARA SER FELIZ

 Treinta cosas que debes dejar de hacerte a ti mismo para ser feliz

Hay momentos en la vida en que sabemos que queremos cambiar, ir a algún lado, hacer algo importante… Pero no sabemos cómo. Pues traigo buenas noticias: traemos para ti las treinta cosas que debes dejar de hacerte a ti mismo para poder lograr esas grandes cosas para las que estás destinado. No es una lista de cosas por hacer, son cosas que todos debemos dejar de hacer. Necesitamos dejar espacio a las nuevas y mejores cosas de la vida.

1. Deja de pasar tiempo con las personas equivocadas.

La vida es muy corta como para gastarla junto a personas que succionan tu energía y felicidad. Si alguien te quiere en su vida, harán espacio para ti, no deberías pelear por un lugar. Nunca jamás insistas con alguien que te pasa por alto. Recuerda que los verdaderos amigos no son necesariamente aquellos que se quedan contigo en los buenos tiempos, sino los que permanecen en las peores situaciones.

2. Deja de huir de tus problemas.

¡Enfréntalos! No será fácil, nadie es capaz de salir ileso de todos los problemas. No siempre se puede salir instantáneamente de un problema cuando se presenta, no estamos hechos para eso. De hecho, lo normal es que sintamos tristeza, enojo, dolor, incertidumbre, derrota. Este es el propósito de la vida: Enfrentar los problemas, aprender de ellos, adaptarse y, finalmente, resolverlos con el paso del tiempo. Es lo que nos convierte y moldea a lo largo de la vida.

3. Deja de mentirte.

Puedes mentirle a cualquiera en el mundo, pero no puedes mentirte a ti mismo. Nuestra vida mejorará sólo cuando aprovechemos las oportunidades y la primera y más difícil es ser realmente honestos con nosotros mismos.

4. No dejes tus propias necesidades para lo último.

La cosa más terrible es perderse a sí mismo mientras amas a alguien más, olvidándose de lo especial que es uno mismo. Esto no significa que dejes de ayudar a otros, sino que debes ayudarte a ti mismo también. Si existe un momento para seguir tu pasión y hacer algo que te importa, ¡Ese momento es justo ahora!

5. Deja de intentar ser alguien que no eres.

Uno de los grandes retos de la vida es ser uno mismo en un mundo que quiere que todos sean iguales. Siempre habrá alguien más listo, más guapo, más joven o más viejo, pero NUNCA serán TÚ. Jamás cambies para agradar a las personas; sé tú mismo y las personas correctas te amarán por ello.

6. Deja de aferrarte al pasado.

No puedes comenzar un nuevo capítulo en la vida si sigues leyendo y releyendo el anterior.

7. Deja de tenerle miedo a los errores.

Hacer algo y equivocarse es, al menos, diez veces más productivo que no hacer nada. Cada éxito trae una historia de fracasos detrás y cada error es un paso más cerca de la victoria. Uno termina arrepintiéndose de las cosas que no hizo más que de las cosas que hizo.

8. Deja de culparte por errores pasados.

Quizá amamos a la persona equivocada y lloramos por errores cometidos, pero no importa cuántas cosas hemos hecho mal, algo es seguro: los errores nos ayudan a encontrar a la persona y a las cosas correctas para nosotros. Todos cometemos errores, tenemos problemas e incluso nos arrepentimos de cosas de nuestro pasado. Pero tú no eres tus errores, no eres tus problemas y estás aquí y AHORA con el poder de moldear tus días y tu futuro. Cada cosa que te ha pasado en la vida te está preparando para algo que aún está por venir.

9. Deja de intentar comprar la felicidad.

Muchas de las cosas que deseamos son caras. Pero la verdad es que las cosas que en verdad nos satisfacen son totalmente gratis: el amor, las carcajadas y trabajar en nuestras pasiones. 

10. Deja de buscar la felicidad exclusivamente en otros.

Si no eres feliz con quien eres por dentro, no serás feliz en una relación de largo plazo con cualquier otra persona. Primero tienes que crear estabilidad en tu propia vida, antes de que puedas compartir la vida con alguien más.

11. Deja de ser pasivo.

No pienses demasiado las cosas o crearás un problema que ni siquiera estaba ahí en primer lugar. Evalúa las situaciones y toma acciones decisivas. No puedes cambiar cuando te rehúsas a confrontar las cosas, el progreso implica riesgo, ¡Punto! No puedes llegar a segunda base si tienes un pie en la primera.

12. Deja de creer que no estás listo.

Nadie se siente 100% preparado cuando una oportunidad se presenta. Es porque las oportunidades en la vida nos empujan fuera de nuestras zonas de confort, lo que significa que nunca nos sentiremos completamente cómodos en un principio.

13. Deja de envolverte en relaciones por las razones equivocadas.

Las relaciones deben ser escogidas sabiamente. “Mejor sola que mal acompañada”, decía mi abuelita. No hay necesidad de apresurarse, si algo debe ser lo será a su debido tiempo, con la persona adecuada y el momento debido. Enamórate cuando estés listo, no cuando te sientas solo.

14. Deja de evitar nuevas relaciones sólo porque las pasadas no funcionaron.

En tu vida te darás cuenta de que hay un propósito para cada persona que conozcas. Algunas personas te pondrán a prueba, otras te enseñarán grandes lecciones, pero lo más importante es que algunas sacarán lo mejor de ti.

15. Deja de competir contra todos.

No te preocupes si a otros les va mejor que a ti, concéntrate en romper tus propios récords cada día. El éxito es una batalla entre tú y tú mismo, sólo eso.

16. Deja de lado los celos.

Los celos son el arte de contar las bendiciones ajenas en vez de las propias. Pregúntate esto: “¿Qué es lo que tengo yo que todos los demás quieren?”

17. Deja de quejarte y de sentir pena de ti mismo

La vida tiene sus altibajos por una razón: para moldear tu camino en la dirección correcta para ti. Puede que no veas o entiendas todo en el momento en que sucede, eso puede ser muy duro. Pero recuerda los momentos difíciles que ya has pasado: Casi siempre nos llevan a mejores lugares, personas, estados mentales o situaciones, eventualmente. ¡Así que sonríe! Deja que todos sepan que hoy eres mucho más fuerte que ayer, y así continuarás.

18. Deja de guardar resentimiento.

No vivas tu vida con odio en el corazón. Terminarás lastimándote a ti mismo más de lo que las personas que odias podrían. El perdón no es sólo decir: “Está bien lo que me hiciste”, es poder decir: “No voy a dejar que lo que me hiciste arruine mi felicidad para siempre”. El perdón es la respuesta, déjalo ir, encuentra la paz, ¡Libérate! Y recuerda, el perdón no es sólo para las demás personas, también es para ti mismo. Si debes, perdónate a ti mismo, supéralo e intenta hacerlo mejor la siguiente ocasión.

19. Deja de permitir que otros te bajen a su nivel.

Niégate rotundamente a rebajar tus estándares para adaptarte a quienes se niegan a elevar los suyos.

20. Deja de desperdiciar el tiempo explicando tus razones a los demás.

Tus amigos no lo necesitan y tus enemigos ni siquiera lo creerán. Sólo haz lo que tu corazón te dice que es correcto.

21. Deja de hacer las mismas cosas una y otra vez sin tomarte un descanso.

El tiempo perfecto para tomarte una pausa es justo cuando no tienes tiempo para ello. Si continúas haciendo lo mismo, seguirás obteniendo los mismos resultados. Hay veces que necesitamos un descanso para ver las cosas más claramente.

22. Deja de pasar por alto la belleza de los pequeños momentos.

Disfruta de las cosas pequeñas porque un día mirarás atrás y descubrirás que eran, en realidad, las cosas más grandes. La mejor parte de tu vida serán las cosas pequeñas, momentos innumerables que invertiste sonriendo a quien te interesa de verdad.

23. Deja de intentar que las cosas sean perfectas.

El mundo real no recompensa a los perfeccionistas, recompensa a las personas que hacen las cosas en tiempo y forma.

24. Deja de seguir el camino más fácil.

La vida no es fácil, especialmente cuando planeas realizarte en algo que vale la pena. No tomes la alternativa más fácil siempre, haz cosas extraordinarias.

25. Deja de actuar como si todo estuviera bien cuando no lo está.
Está bien quebrarse de vez en cuando, no tienes que pretender ser fuerte, no hay necesidad de probarle a nadie que todo está perfectamente todo el tiempo. No debería preocuparte lo que los demás piensan. Llora si lo necesitas, es saludable dejar fluir esas lágrimas. Cuanto más pronto lo hagas, más pronto serás capaz de sonreír de nuevo, sonreír de verdad.

26. Deja de culpar a los demás de tus problemas.

La capacidad de alcanzar tus sueños depende de tu capacidad de hacerte responsable de tu vida. Cuando culpas a los demás de lo que te pasa, estás rechazando esta responsabilidad: Le das poder a otros sobre una parte de tu vida.

27. Deja de hacerlo todo por todos.

Eso es imposible, y solamente terminarás exhausto. Pero hacer sonreír a una persona, a esa persona especial sí puede cambiar el mundo. Quizá no el mundo entero, pero sí una parte de él: enfocarse es el secreto.

28. Deja de preocuparte demasiado.

Preocuparse no le quita problemas al día de mañana, le quita felicidad al día de hoy. Una manera de saber si vale la pena preocuparse es plantearse la siguiente pregunta: “¿Importará esto dentro de un año? ¿Tres años? ¿Dentro de cinco años?” Si la respuesta es negativa, entonces no vale la pena darle más vueltas al asunto.

29. Deja de enfocarte en lo que no quieres que suceda.

Mejor, enfócate en lo que sí quieres que pase. Pensar positivo es el preámbulo al éxito rotundo. Si despiertas cada mañana con el pensamiento de que algo maravilloso sucederá ese día y pones suficiente atención, descubrirás que estabas en lo correcto.

30. Deja de ser ingrato.

No importa lo bien o lo mal que te ha ido, levántate de la cama agradecido por tener vida. Hay quienes, en algún lugar, luchan por ella desesperadamente. En lugar de pensar en lo que te hace falta, intenta pensar en lo que tienes y que a muchos les hace falta.

lunes, 23 de junio de 2014

LA ACTITUD Y LA CURACION



                                               LA ACTITUD Y LA CURACION



    Cuando recibimos tratamiento tanto médico como psicológico, es necesario un cambio en nuestra actitud vital para sanar. 
     Si el enfermo no comprende esto, y, pretende que sea la vida, la familia, sus circunstancias lo que deben cambiar, y no él personalmente, sino crece hacia la responsabilidad de ser él, el actor principal de su curación abandonando comportamientos infantiles, quejas, reproches, pautas de conducta dependientes, egoístas, pasivas, necesitado de amparo o protección, o por otro lado manifiesta un afan de poder, prepotencia, dominancia sobre todos, competitivo y con protestas, comportamientos agresivos, y no ha superado miedo, fobias,odios, sentimientos de culpa o cualquier posición vital errada y no se ha abierto a la vida en plenitud, no se esta curando aunque hayan desaparecido los síntomas por los cuales demando consulta.

   Por el contrario si su actividad vital, su actitud, su camino, son apertura y elevación de nivel de conciencia, que le permiten desplegar todas sus capacidades afectivas en el crecimiento de si mismo, como centro y foco de amor al prójimo y a si mismo, en actividad creativa de servicio que lo hace vivir la felicidad del otro como propia, mostrando en mayor o menor grado, que se ha liberado del bloqueo de sus síntomas mentales negativos para vivir su verdadera identidad en actitud positiva de apertura al mundo, entonces, se esta curando, aunque los síntomas no hayan empezado a desaparecer, e incluso aparezcan síntomas anteriores.
  Tanto un aumento de los síntomas(crisis curativa), como una aparición de síntomas anteriores, son señales de que esta cumpliendo la ley de curación, que devuelven al enfermo la plenitud, identificándose en ella y con ella.


Sara Lopez
slopezcharles@hotmail.com

domingo, 22 de junio de 2014

LA MARIHUANA MATA CELULAS CANCERIGENAS

Confirmado!. La marihuana mata células cancerígenas





Hasta ahora, la marihuana estaba siendo difícilmente aceptada como un analgésico eficaz contra dolores en pacientes de algunos tipos de cáncer, sin embargo poco se decía sobre sus propiedades curativas. Sin embargo, un estudio de la Universidad Complutense de Madrid descubrió que el THC(principio activo de la marihuana) literalmente mata células cancerígenas.


Cristina Sánchez, una joven bióloga de la Universidad Complutense de Madrid, realizó un hallazgo que la dejó atónita. Los cannabionoides de la marihuana inhiben el desarrollo del cáncer, lo que se traduce en un tratamiento alternativo no agresivo (y eficaz) para el enfermo.

La científica española estudiaba el metabolismo celular cuando fue sorprendida por algo notablemente particular: las células cancerígenas morían tras ser expuestas al tetrahidrocannabinol (THC), ingrediente activo de la marihuana.
Después de su hallazgo, Cristina hizo un comparativo con estudios previos que indicaron que los cannabionoides también poseen efectos analgésicos, supresores de las náuseas, el dolor, la fatiga y la pérdida de apetito, y ahora se le suma otra cualidad a favor de los pacientes con esta enfermedad.
Por la misma fecha, científicos de la Universidad de Harvard informaron que el THC reduce el crecimiento tumoral en el cáncer de pulmón convencional y, además, impide la propagación de células dañinas.
A modo de ejemplo, los científicos explicaron que el THC es una especie de misil que busca las células tumorales para eliminarlas, dejando al resto completamente sanas.

A diferencia de los fármacos convencionales y la quimioterapia, que se caracterizan por sus potenciales daños físicos y cerebrales, el uso de la marihuana abre un umbral hacia una mejor vida para las personas que padecen esta enfermedad.

Sara Lopez
Psicologa y Homeopata
slopezcharles@hotmail.com

35 COSAS QUE LAMENTARAS CUANDO SEAS VIEJO

35 Cosas que lamentarás cuando seas viejo


Tarde o temprano vendrán los tiempos cuando no puedas hacer muchas cosas. Cuando algunas otras se volverán obsoletas o imposibles de realizar. Pero siempre habrá que recordar que mientras seas joven, la vida debe adquirir un sentido, un propósito. Y para llegar a ello se necesita ser proactivo, para no lamentar cosas que no hiciste o dejaste de hacer. Siempre se puede ser mejor. Aquí una lista de las cosas que probablemente lamentarás cuando seas más grande: 
1. No haber viajado cuando tuviste la oportunidad. Viajar es cada vez más difícil a medida que envejeces, pues tener una familia de 3 o más personas resulta más complicado que sostenerte a ti solo.
2. No haber aprendido otro lenguaje. Te arrepentirás cuando recuerdes que pasaste más de 4 años aprendiendo inglés en la escuela y no recuerdas nada.
3. Permanecer en una mala relación. Recuerda que “si decides estar en una relación infeliz, has decidido ser infeliz”. Créeme, nadie que haya salido de una mala relación en el pasado, ha volteado sin decir que hubieran deseado salirse antes.
4. Olvidar ponerte bloqueador solar. Arrugas, lunares, cáncer de piel son algunos de los padecimientos que pueden ser evitados si te cuidas.
5. Perderte la oportunidad de ir a conciertos de tus cantantes favoritos. 
6. Tener miedo a hacer cosas. Siempre que mires al pasado te dirás: “¿Por qué le tenía tanto miedo a eso?
7. No poner “hacer ejercicio” como una prioridad. Muchísimas personas alcanzarán la plenitud física de su vida acostados en un sillón. Cuando llegues a los 40, 50 y más, lamentarás haberte quedado sin hacer nada en lugar de haberte cuidado un poquito.
8. Dejarte definir por roles de género. No hay nada más triste que escucharte decir: “es que en ese entonces esas cosas no se hacías así”. Atrévete a cambiar los paradigmas.
9. No renunciar al trabajo que odias. Ok, entendemos que hay que pagar los recibos, pero si no tienes un plan para mejorar, podrías despertar 40 años después viviendo en un infierno laboral.
10. No haberte esforzado más en la escuela. No es que las calificaciones te hagan más valioso, pero algún día por alguna circunstancia te dirás que habrías deseado poner más atención en clase.
11. No darte cuenta lo guapo/guapa que eres. Muchos de nosotros pasamos mucho tiempo lamentándonos por no ser tan guapos y gastamos fortunas en mejorar algo que no nos parece. En realidad, somos bellos todo el tiempo.
12. Tener miedo de decir “TE AMO”. Cuando seas grande, verás que aunque tu amor no fue correspondido, siempre habrás querido expresar tus sentimientos.
13. No escuchar los consejos de tus padres. Lo sabemos, cuando eres joven no los quieres ni escuchar, pero créenos, cuando crezcas, desearás tan siquiera poder escuchar su voz, más aún un consejo. Y lo mejor es que todo lo que te dijeron era cierto.
14. Darle mucha importancia a lo que la gente piensa de ti. Te lo juro que en 20 años ni te acordarás de lo que aquella gente decía sobre ti y que tanto te importaba.
15. Apoyar el sueño de otras personas por encima de los tuyos. Si, ayudar a otros es bueno, siempre y cuando te des también el tiempo y espacio para brillar por ti mismo/a y realizar tus propios sueños.
16. Guardar rencor o resentimiento por alguien. Eso significa dejar que alguien viva en tu cabeza sin pagar renta. No vale la pena. ¿Cuál es el punto de recordar y recordar el daño que te han hecho? Déjalo ir.
17. No defenderte. La gente grande no deja que nadie les haga algo que no quieren, tu tampoco deberías.
18. No haber hecho una actividad como voluntario. Créeme, ayudar a alguien voluntariamente a hacer su vida más placentera, es algo que jamás lamentarás. Se siente increíble.
19. No cuidar tus dientes. Cepíllate, usa hilo dental, consulta a tu dentista regularmente. Cuando seas grande y te falten 3, 4 o más dientes, habrás deseado cuidarlos más.
20. No preguntarles cosas de la vida a tus abuelos antes de perderlos. Ellos ya han pasado por donde tú vas caminando y son una fuente inmensa de sabiduría. No pierdas la oportunidad de quererlos antes de que se vayan.
21. Trabajar en demasía. Nadie que vaya a morir ha deseado haber trabajado más o haber pasado más tiempo en la oficina. Por el contrario, desearon haber pasado más tiempo con su familia, amigos, pasatiempos.
22. No saber cocinar por lo menos un platillo que te guste. Aprende a cocinar, tú mismo te lo agradecerás.
23. No detenerte para apreciar el momento. Sí, lo sabemos, los jóvenes siempre son muy activos, pero detenerte y admirar a tu alrededor es algo bueno, hazlo.
24. No terminar lo que empiezas. 
25. Dejar definirte a ti mismo por expectativas culturales. Nunca dejes que te digan: “nosotros no hacemos eso”.
26. No dejar a tus amigos que hagan su propia vida. Las amistades crecen por separado. Cada quien tiene su vida y debe hacer lo que considere mejor para ellos. No dejarlos realizarse es causa de problemas y tristeza. No quieres eso.
27. No jugar más con tus hijos. Cuando seas más grande, verás cómo tu hijo pasó de “Papi porfa vamos a jugar” al “Vete de mi cuarto papá”.
28. No tomar riesgos, especialmente en el amor. Saber que te atreviste a declarar tu amor a alguien, incluso si fue el más grande fiasco de tu vida, será bien visto por ti mismo cuando eres viejo. Aplica para las cosas de la vida cotidiana. Al final lo recordarás con una risa.
29. No darte el tiempo para hacer contactos. Siempre los vas a necesitar, siempre. Así que mejor comienza a hacerlos.
30. Preocuparte demasiado por todo. Si las cosas tienen solución ¿para qué te preocupas?, y si no tienen solución, ¿para qué te preocupas?
31. Hacer más drama del necesario. ¿Para qué? Nadie lo necesita. 
32. No pasar más tiempo con tus seres queridos. El tiempo que pasamos con las personas que amamos es limitado y pronto se acabará. Hazlo valer y aprovéchalo al máximo.
33. Nunca haber cantado o hablado frente a una audiencia. Sí, es muy difícil, suena descabellado. Pero atreverte te dará un empujón de autoestima increíble. Tú puedes hacerlo, aunque creas lo contrario. Te llevarás una grata sorpresa.
34. No haber hecho el amor más veces con tu pareja. El sexo es el acto supremo de felicidad y éxtasis. Más cuando se hace con la pareja que amas. Desafortunadamente tiene una fecha de expiración. Lamentarás no haberlo hecho más seguido.
35. No haber sido agradecido a tiempo. Es difícil verlo al inicio, pero eventualmente es más claro que cada momento en este mundo, desde el más mundano hasta el más increíble, es un regalo que se nos ha dado y somos increíblemente afortunados.

Sara Lopez
Psicologa y Homeopata
slopezcharles@hotmail.com




domingo, 15 de junio de 2014

DESARROLLANDO LA INTUICION

Diez cosas que las personas intuitivas hacen:

1. Escuchan a su voz interna

El elemento principal que distingue a alguien intuitivo de alguien que no lo es que... se detienen a escuchar, en lugar de ignorar, la guía de sus intuiciones y sentimientos físicos.

2. Se toman tiempo para estar solos

Si quieres ponerte en contacto con tu intuición, deja el teléfono, el ordenador, la televisión y siéntate en casa a estar solo por un rato. Aquí puedes tomar las mejores decisiones basado en cómo te sientes al respecto.

3. Crean

Las personas creativas son altamente intuitivas. Y al igual que puedes aumentar tu creatividad mediante la práctica, puedes impulsar su intuición. De hecho, practicar una puede ayudar a construir a la otra.

4. Meditan

Las distintas prácticas de meditación pueden ser una excelente manera de destapar tu intuición. Puedes alinearte con ella y al final tomar una decisión de la que estés absolutamente seguro. El autoconocimiento que llega por medio de la meditación y poner atención a nuestra experiencia presente sin hacer un juicio de valor nos ayudan a entender mejor nuestras personalidades y por lo tanto a actuar acorde con ellas.

5. Observan todo

Lo primero que debes hacer es darte cuenta; lleva un diario y date cuenta cuándo suceden cosas extrañas. Ganarás un sentido agudo de cada cuánto ocurren coincidencias, conexiones sorprendentes o intuiciones precisas en tu vida diaria.

6. Escuchan a su cuerpo

Si alguna vez te han dado náuseas o dolor de panza cuando sabías que algo estaba mal pero no sabías exactamente qué, puedes entender que la intuición puede causar sensaciones físicas en el cuerpo. Pon atención a ese “segundo cerebro”.

7. Conectan profundamente con otros

La empatía es uno de los grandes compañeros de la intuición. Dedicar tiempo a observar y escuchar a otros cara a cara puede ayudar a impulsar tus poderes de empatía.

8. Prestan atención a sus sueños

Tomar tiempo para pensar en tus sueños es una manera de comunicarte con tus procesos inconscientes. Ambos, los sueños y la intuición nacen del inconsciente, así que puedes comenzar a destapar esta parte de tu mente al prestar atención a tus sueños. Los sueños guardan bastante información sobre cómo vivir tu vida.

9. Disfrutan de bastante tiempo de relajación

Pocas cosas arruinan más la intuición que el trabajo constante, hacer varias cosas a la vez, estar conectado a dispositivos digitales y estar estresado y fatigado. De acuerdo a Gregoire, siempre tenemos un sentido intuitivo acerca de la gente en nuestras vidas –a un nivel profundo, sabemos diferenciar a los buenos de los pretensiosos o falsos—pero no siempre estamos suficientemente despiertos para reconocer la diferencia. El problema es que estamos demasiado ocupados.

10. Dejan ir las emociones negativas

Las emociones fuertes, particularmente las de enojo o frustración, nublan la intuición. Muchos de nosotros hemos sentido que algunas veces “no somos nosotros mismos” cuando estamos dominados por alguna emoción, y ello puede ser porque estamos desconectados de nuestra intuición. Para dejar ir emociones de este tipo lo mejor es meditar o crear.


SARA LOPEZ CHARLES
PSICOLOGA Y HOMEOPATA

lunes, 9 de junio de 2014

TOC O ANSIEDAD A LA HOMOSEXUALIDAD ( HOCD)



EL TOC Y LA ANSIEDAD A LA HOMOSEXUALIDAD


Tener pensamientos intrusivos sobre la sexualidad, y miedo de ser homosexuales son síntomas de otro tipo de TOC que trabajo en consulta desde hace tiempo. Mi experiencia es, que personas que han tenido otro tipo de TOC, como por ejemplo el TOC de amores, pueden desarrollar este tipo de obsesión antes, después, o al mismo tiempo.




¿Como sabemos si padecemos este TOC?

Algunas son las características que presenta:

Dudas sobre la sexualidad, pensamientos intrusivos acerca de esto, así como incapacidad de quitarse estos pensamientos de encima.
Ansiedad al ver a un miembro del mismo sexo, ya que activa estos pensamientos. Lo cual genera evitación con personas del mismo sexo.
Preocupacion constante por aparentar ser gay.
Acciones que alivian la ansiedad momentáneamente, lo cual hace que la obsesión se mantenga y produzca cada vez mas ansiedad.
Los pensamientos producen rechazo en vez de excitación.

Para diferenciar cuando un pensamiento es una obsesión, debemos darnos cuenta que ésta, nos quita mucho tiempo, ademas no podemos controlarla, y nos genera gran cantidad de estrés. 

¿Que podemos hacer?

El tratamiento como cualquier otro tipo de obsesión, es la exposición a la obsesión sin conductas de evitación ni comprobación. Este llamado Toc puro, es un tipo de trastorno obsesivo en el que la compulsión es cognitiva en lugar de conductual, es decir, la compulsión es comprobar si el pensamiento es real mediante rituales mentales, búsqueda de información que lo confirme, preguntar a alguien: oye, tu crees esto o aquello, en lugar de lavarse las manos o cualquier otra compulsión con la conducta. Pero la compulsión esta ahí, aunque no sea manifiesta. Asi pues, del mismo modo, el tratamiento consistiría en exponerse al pensamiento que nos da miedo sin huir ni intentar comprobar, mediante un montón de técnicas especificas para esto.

Recomiendo la lectura del libro La Trampa de la Felicidad para aquellos que quieran aprender técnicas útiles para enfrentarse a este Toc.


SARA LOPEZ 
CONSULTA PRESENCIAL Y ONLINE
slopezcharles@hotmail.com

martes, 3 de junio de 2014

TRATAMIENTO PSICOLOGICO DEL CANCER

LA NUEVA MEDICINA GERMÁNICA, UNA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA

     Como profesionales involucrados en la salud y como ciudadanos del nuevo milenio creo que es indispensable conocer los avances y nuevos descubrimientos que se están llevando a cabo en un ámbito tan importante para el bienestar. Había oído hablar de la Nueva Medicina Germánica (NMG). Había visto incluso videos explicándola. Y ahora estudiando sus cinco leyes es cuando mas sentido cobra. Y aunque sabemos que hoy en día al Dr. Hamer, el descubridor de la NMG, no le es permitido ejercer la medicina no voy a entrar en valorar ni cuestionar razones o injusticias. De lo que se trata aquí es dar una idea de lo que a mi parecer es una revolución científica sin precedentes y ello viene de la mano de este oncólogo alemán. 

El Dr. Hamer es el primero en probar científicamente que el cáncer no es lo que hasta hoy se ha considerado por la ciencia: una proliferación de células cancerígenas mortales creciendo descontroladamente sin sentido. Él ha demostrado que es el resultado de un Programa Biológico Especial y Significativo de la Naturaleza experimentado durante millones de años de evolución.

La Nueva Medicina Germánica ofrece así una comprensión completamente nueva de lo que la ciencia llama comúnmente”enfermedad“. 

Las investigaciones del Dr. Hamer cambian radicalmente las muchas teorías existentes de la medicina convencional. Su explicación de la enfermedad como una interacción significativa entre la psique, el cerebro y el órgano correspondiente refuta la visión de que la enfermedad ocurre por azar o como resultado de un error de la Naturaleza o tal o cual gen. Basado en criterios científicos probados, la Nueva Medicina Germánica rompe con los mitos de las células cancerígenas malignas o de los microbios destructivos e identifica a las "enfermedades infecciosas" así como a los tumores cancerosos como medidas naturales de emergencia biológica practicadas por millones de años y diseñadas para salvar al organismo, para conducirlo a su recuperación (autosanación) y no para destruirlo como nos fue enseñado. Enfermedades tales como el cáncer pierden su imagen amenazadora y son reconocidas como programas especiales significativos de supervivencia biológica.

El Dr. Hamer descubrió algo que ya desde las medicinas tradicionales antiguas China e Indias, por ejemplo, ya se conocía pero que no se ha contemplado así desde un punto de vista científico. Y él ha demostrado científicamente que cada enfermedad se origina por un choque ó trauma que nos toma completamente por sorpresa y se vive emocionalmente en soledad. En el momento que el conflicto inesperado ocurre, el choque impacta un área específica en el cerebro causando un dibujo concéntrico con forma de diana (más tarde llamada Foco de Hamer), visible en un escáner cerebral como un grupo de anillos concéntricos nítidos. Las células cerebrales que reciben el impacto envían una señal bioquímica a las células del cuerpo correspondientes provocando el crecimiento de un tumor, la necrosis de un tejido o la pérdida funcional, dependiendo qué capa del cerebro recibe el choque. Esta necrosis o tumor viene a restablecer un programa anterior que el cerebro de la persona activó para sobrellevar el trauma. Una vez en conflictolisis (resuelto el conflicto) pasa a la segunda fase para restablecer los tejidos y recuperar la normalidad. O sea, que el 80% de las personas acude al médico cuando hay síntomas que son en realidad manifestación de la recuperación o solución, por lo que, con o sin medicación, el programa biológico de sanación ya está en marcha y la recuperación de la salud se da por si misma, aunque creamos que ha sido la medicación tomada.

Expresado de otra manera cada enfermedad progresa a través de dos fases: primero, una fase activa del conflicto, caracterizada por estrés emocional, (extremidades frías, falta de apetito, falta de sueño), y posteriormente, en caso de resolver el conflicto, una fase de curación. Este es el periodo en el que la psique, el cerebro y el órgano correspondiente entran en la fase de recuperación, frecuentemente un proceso difícil, marcado por fatiga, fiebre, inflamación, infección, y dolor. Es cuando buscamos al médico.

La razón de por qué conflictos específicos están irrefutablemente unidos a áreas específicas del cerebro es que, a través de nuestra evolución como especie, cada área del cerebro fue programada para responder de manera instantánea a conflictos que pudieran amenazar nuestra supervivencia. Mientras el tallo cerebral (la parte más antigua de nuestro cerebro) está programada con cuestiones básicas de supervivencia como respiración, reproducción y alimentación, la corteza cerebral (la parte más nueva) está más relacionada con temas de tipo social (manada) y territorial.

El Dr. Hamer llamó a sus descubrimientos  ”Las Cinco Leyes Biológicas de la Nueva Medicina“, ya que su investigación está completamente acorde a las leyes naturales de la Embriología y a la lógica de la evolución. A través de los años, el Dr. Hamer ha sido capaz de confirmar sus descubrimientos con más de 40.000 estudios de caso.

El resultado de este trabajo científico es la creación de un diagrama ”Psique-Cerebro-Órgano“ que señala la enfermedad, el contenido del conflicto biológico que la causa, el sitio en el escáner cerebral donde la lesión correspondiente puede ser observada, cómo se manifiesta esa enfermedad en la fase activa del conflicto, y qué se debe esperar en la fase de curación.

Para los que profesionalmente trabajamos con personas abordando sus problemáticas desde las áreas emocional y mental de sus vivencias esta información es altamente interesante. Entender qué conflicto biológico hay detrás de cada alteración de cada órgano o tejido es una información valiosísima sobretodo en los casos que cuesta encontrar la raíz que origina la desarmonía. 

Como ciudadanos del nuevo milenio esta información es un cambio de paradigma científico que pone patas arriba demasiados fundamentos por lo que es probable que cueste que se entienda, asuma e incorpore en la práctica científica y médica. Pero mientras tanto, aquí y ahora, nos puede aportar y ayudar mucho tener este conocimiento en nuestro ejercicio terapéutico.


SARA LOPEZ
PSICOLOGA Y HOMEOPATA
PRESENCIA Y ONLINE

slopezcharles@hotmail.com

LA SALUD Y LAS EMOCIONES


La Salud y Las Emociones
¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?
El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende.
En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.
¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional.
Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas.
El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.
¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que cuidar.
Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.
¿Cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico.
¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?
La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.
¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.
¿Y la tristeza?
La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno. Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.
¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?
Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.
¡Qué difícil! Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el temor y el amor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto. Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.
¿Cómo prevenir la enfermedad?
Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.
¿Y si aparece la enfermedad?
Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado. Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más. Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida. Cada vez más personas sufren ansiedad. La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.
¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?
La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera.
La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el "debería ser", y no somos ni lo uno ni lo otro.
El estrés es otro de los males de nuestra época. El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar. Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie.
El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.
¿Qué podemos hacer para sentirnos mejor con nosotros mismos?
La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior.
Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.
¿Qué es para mi la felicidad?
Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.
Vivir el Presente.
¿Es importante vivir en el presente? ¿Cómo lograrlo?
Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en el tener. Yo me digo que la felicidad tiene que ver con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.
¿Tan confundidos estamos?
Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir.
¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el amor?
El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es una fuerza renovadora.
El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo ordena. En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad, pero el amor no es débil. Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no nos ama.
Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por amor. Pero no es por amor, es por enamoramiento, que es una variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad. Pero a veces nos sentimos atados a un amor. Si el amor conduce a la dependencia es eros. Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego. Ese es el amor impersonal, que produce luz y calor.
¿Y como alcanzar el amor?
Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar, porque el error es tu maestro. Ámate, sincérate y considérate. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti. La clave entonces es amarse a sí mismo. Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, porque te estás apegando, estás condicionando al otro. Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente



SARA LOPEZ 
PSICOLOGA Y HOMEOPATA
slopezcharles@hotmail.com


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